Hablemos del ciberacoso en el ámbito veterinario
El ciberacoso se ha justificado como una forma masiva de buscar la aceptación de un punto de vista sin medir las consecuencias y daños que puede causar. Desafortunadamente, los Médicos Veterinarios que trabajan en diferentes temas no son inmunes a estos ataques, afectando a los que trabajan en clínicas privadas, grandes hospitales, zoológicos e incluso a los que trabajan o son voluntarios en refugios de animales.
Debido al poder de las redes sociales como medio de alto alcance, existe una tendencia creciente a estos ataques. Estos pueden ser llevados a cabo por dueños de mascotas, activistas, colegas y empleados utilizando diferentes medios, como comentarios y publicaciones enojados en Facebook o malas críticas en Google. Por lo general, cuentan o publican una versión de los hechos que oculta información relevante y afecta la reputación del veterinario. La presión social es tan alta que al veterinario le cuesta dar su versión, pues suele ser juzgado por personas del otro lado de la pantalla que ni siquiera conocen su servicio y clínica. Estos juicios y opiniones están influenciados por la difamación de la persona que inició el ataque, que a veces incluso se convierte en ataques psicológicos o físicos que amenazan la vida.
Es un problema que afecta a los veterinarios de todo el mundo. Por eso creamos la campaña “ponte en mi lugar #nomorehateMORELOVE” en nuestra página de Facebook llamada “Tips from vets”. El video fue realizado con compañeros de Colombia que se encuentran en diferentes partes del mundo, algunos de ellos víctimas de ciberacoso. También contamos con aportes de grandes influencers y veterinarios reconocidos en Latinoamérica como “Juancho el estudiante veterinario”, “Nico Silva” y el “doctor Villa”.
Súmate a la campaña “Ponte en mi lugar, #nomorehateMORELOVE”
Con este vídeo queremos crear conciencia y mostrar que el ciberacoso afecta a todos los veterinarios. Aunque uno cobre por un servicio clínico o sea voluntario por rescatar animales en condiciones vulnerables, todos han sido blanco de estos ataques. Las cuales vienen como consecuencia de tomar decisiones difíciles de un caso o por tener malentendidos con los dueños en diferentes aspectos. Por ejemplo, un dueño llevado por la creencia de que todas las enfermedades tienen cura, sugiere tratamientos que pueden afectar el bienestar del animal, prolongando el sufrimiento ante una enfermedad terminal o un comportamiento agresivo que no se puede rehabilitar. Otros malentendidos pueden ser causados por los costos de los servicios clínicos, diagnósticos y medicamentos que pueden ser tan costosos como los de los humanos, y esto generalmente no es conocido por los propietarios o personas que rescatan animales. Para no dejar de lado aquellos casos en los que realmente existe una mala práctica, y en lugar de denunciar el caso al correspondiente ente regulador o legal que regula la práctica veterinaria, se difunde a través de las redes sociales provocando ciberacoso.
Queremos que las personas que realizan ataques de ciberacoso en redes sociales se pongan en nuestro lugar y entiendan que nuestro trabajo no es fácil. Que tenemos que manejar muchas emociones a diario como el estrés, la fatiga por compasión, la depresión y el cansancio. Por ello, invitamos a todos los médicos veterinarios y estudiantes de veterinaria a sumarse a la campaña “ponte en mi lugar, #nomorehateMORELOVE” y compartir sus experiencias para mostrar el lado positivo de su trabajo, aunque hayan sido víctimas de ciberacoso.
Escrito por: Jenny Garcia
Cirujano de Veterinaria
La Universidad La Salle
Estudiante de Máster de Clínica de Pequeños Animales en la Universitat Autònoma de Barcelona
Redactor de contenidos de Consejos de veterinarios
